martes, 29 de marzo de 2016

LA VISITA A LA CLINICA VETERINARIA.

Puesto que los gatos son muy sensibles a cualquier cambio en sus hábitos cotidianos; hagamos que esta experiencia que a menudo se repite y es muy necesaria a lo largo de su vida, sea lo menos traumática posible. Hoy os dejamos una guía para reducir el estrés del gato y del propietario en la visita al veterinario. Recuerda siempre que eres un  miembro importante del equipo encargado de la salud de tu gato y parte fundamental para ayudar a que la visita a la clínica veterinaria sea más relajada y, con ello, mejorar su salud.
Una buena atención médica, especialmente la dirigida a la prevención y el diagnóstico precoz de enfermedades, permite que nuestros gatos puedan disfrutar de una vida más larga y de mayor calidad. Pero, para ello es necesario llevar al gato al veterinario y, desafortunadamente, la visita a la clínica veterinaria desagrada a muchos gatos. 

Normalmente, la primera dificultad reside en conseguir meter al gato dentro del transportín. Si conseguimos hacer más fácil este primer paso, generalmente el proceso completo de la visita a la clínica resultará menos estresante. El transportín ideal es el de material rígido con puerta frontal y superior y cuya mitad superior pueda desmontarse; además este tipo de transportines no suelen ser caros. 
Si tenemos un gato miedoso, dolorido o con ansiedad desmontar la parte superior permite que el animal permanezca en la bandeja inferior para el examen físico. 
Muchas veces tu veterinario/a podrá examinar al gato en la mitad inferior de un transportín bien diseñado. Evita los transportines en los que el gato sea arrastrado u obligado a caer para poder examinarle. Elija un transportín que sea recio, seguro y estable para el gato a la vez que fácil de llevar para ti. 
Dentro del coche, el transportín debe ir sujeto con el cinturón de seguridad para mantener a salvo al gato y reducir los movimientos debidos a la circulación. Algunos gatos prefieren ver el exterior, mientras que otros viajan más tranquilos si el transportín se cubre con una toalla o manta que les impida ver lo desconocido.

Los siguientes consejos pueden ayudar a conseguir que la consulta con el veterinario sea más fácil para ti y para tu gato:

Comprender el comportamiento del gato
• Los gatos necesitan estar familiarizados con su entorno para encontrarse lo más cómodos y seguros posible y necesitan tiempo para adaptarse a lo desconocido. Los gatos no suelen estar familiarizados con el transportín, el coche ni la clínica veterinaria, así que la visita al veterinario suele ser para ellos una experiencia difícil. Debemos ser conscientes de que el gato necesita tiempo para habituarse a las personas, lugares o situaciones desconocidas. 
• Mantenerse en calma. Los gatos son capaces de percibir nuestra ansiedad o nuestra frustración y esto les puede provocar ansiedad o miedo. 
• El castigo o el uso de la fuerza son contraproducentes en el gato. Premiar las buenas conductas alienta el comportamiento positivo. Por ejemplo,si el gato se encuentra cerca o dentro del transportín dale un premio. De la misma manera, premia a tu gato cuando te permita tocar las patas, la boca o las orejas, de modo que le facilite familiarizarse a las manipulaciones que ocurrirán durante la visita veterinaria. Los premios pueden ser en forma de comida,caricias o juegos. Se constante a la hora de premiar a tu gato. 

Cómo ayudar al gato a sentirse cómodo con el transportín 
El objetivo es que tu gato aprenda a asociar el transportín con experiencias positivas y se acostumbre a entrar en él voluntariamente. 
• Pon el transportín con la puerta abierta en una habitación de la casa en la que el gato pase mucho tiempo; de esta manera se convertirá en un objeto conocido y familiar para tu gato. 
• Coloca dentro del transportín algún tejido suave (manta, cojín, ropa de los propietarios) que el gato ya conozca. Su olor familiar hará que el gato se sienta más seguro. 
• Pon golosinas, catnip o juguetes dentro para estimular al gato a entrar en él. Es probable que lo primero que percibas es que al despertar por la mañana alguno de los objetos estén fuera del transportín. 
• Pueden ser necesarios varios días, incluso semanas, para que el gato empiece a sentirse confiado. Ten paciencia, manten la calma y premia siempre las conductas deseadas. 
• Si después de todo esto sigues sin conseguir éxito, quizá el problema esté en el transportín en sí mismo y habría que considerar cambiarlo por otro modelo. 

El gato que se resiste a entrar en el transportín 
Si no podemos esperar para llevar al gato a la clínica veterinaria y aún no está familiarizado con el transportín, los siguientes consejos pueden servir de ayuda: 
• Comienza por colocar el transportín en una habitación pequeña en la que haya pocos sitios en los que esconderse. Lleva al gato a la habitación y cierra la puerta. Muévete lenta y tranquilamente. No lo persigas para meterlo en el transportín. Intenta animarlo a que entre con algún premio. 
• Si el gato no entra voluntariamente y el transportín tiene una una puerta superior, ábrela, coje al gato con suavidad e introdúcelo por ella; otra opción es desmontar la parte superior, colocar al gato en la bandeja inferior y entonces recolocar la parte superior. 
• Coloca dentro del transportín alguna pieza de ropa que ya sea familiar para el gato. Rociar el transportín con un spray de análogos sintéticos de feromona facial felina (Feliway®) al menos 30 minutos antes del viaje ayuda a que el gato se encuentre más calmado. 

La vuelta a casa; cómo mantener la paz en un hogar con varios gatos. 
Los gatos son muy sensibles a los olores, y un olor desconocido puede hacer que un gato ya no reconozca al otro. Si un gato percibe al otro como a un extraño por su olor puede manifestar conductas agresivas. Las siguientes medidas pueden ayudar a evitar problemas entre gatos después de la visita al veterinario. 
• Al volver a casa deja al gato que has llevado a la clínica veterinaria dentro del transportín por unos minutos para ver cómo reaccionan los gatos. 
• Si todos ellos parecen tranquilos y pacíficos, abre el transportín y déjalo salir. 
• Si percibes tensión entre ellos, o si en ocasiones anteriores ha habido conflictos tras volver de la clínica veterinaria, deja al gato en el transportín y llévalo a otra habitación separada para evitar agresiones. Pónle comida, agua y una bandeja de arena y déjalo en esa habitación durante al menos 24 horas para que el gato vaya impregnándose de nuevo de los olores del hogar. 
• Si todavía hay tensión tras estas 24 horas contacta con tu veterinario para que éste te aconseje sobre otras medidas de reintroducción lenta o incluso te prescriba medicamentos que puedan ayudarle a facilitar el proceso. 
• Las feromonas sintéticas felinas (Feliway®) ayudan a mantener la sensación de familiaridad. 
• Para futuras visitas al veterinario:
– Utiliza ropa de cama o prendas con el olor del propietario, ya que mantienen los aromas familiares del hogar y ayudan a la reintroducción. 
– Usa feromona sintética feline (Feliway®). 
– Lleva a todos los gatos a la clínica veterinaria, aunque solo uno lo necesite. Esto ayuda a evitar conflictos al volver a casa, ya que todos los gatos portarán el nuevo olor de la clínica.

Esperamos que con estos consejos y un poquito de trabajo por parte de todos, dueños y veterinarios, la visita a la clínica veterinaria se convierta incluso en algo positivo para nuestro gat@.



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